lunes, 13 de julio de 2009

René alentó desde el cielo y la hazaña fue posible

El destino lo quiso así. Justo en el día en que el cardiólogo René Favaloro, el hincha más ilustre de nuestra institución, hubiera cumplido 86 años de vida, Gimnasia le obsequió el mejor regalo que un tripero podía imaginar: la hazaña de permanecer en primera división con todo en contra, desde el resultado adverso del partido de ida, pasando por el poder del fútol y el poder político, que a punto estuvo de sacarnos de nuestra gloriosa casa.
Ahora ya no hay dudas, para el Lobo 60 y 118 es el reducto de las tres mayores alegrías de nuestra largamente centenaria historia. Los que peinan canas se acordarán de aquella tarde de calor de diciembre de 1984 cuando el fantástico equipo dirigido por Nito Osvaldo Veiga, con una gran victoria ante Racing, lograba el regreso tripero a primera división. ¡Como olvidarse de aquella tarde en la que la hinchada de la Academia tuvo la hidalguia de aplaudir a nuestros jugadores y felicitarnos por nuestro logro, pese al dolor que los invadía por dentro! Por cosas como aquella es que la amistad entre las dos mejores hinchadas del mundo será eterna, no se destruirá jamás!
La otra gran alegría se remonta a enero de 1994 cuando fuimos campeones de la Copa Centenario. Otra vez en el Bosque, otra vez en el Glorioso Templo. Hasta con un penal en contra y todo el mundo del fútbol preparado para ver a River victorioso, aquellos muchachos de Roberto Perfumo lograron el segundo título oficial en fútbol para nuestra institución.
Y la tercera fue la más disfrutada de todas, porque la proeza consumada ante Rafela está, en materia de logros, por encima de cualquier otra gesta albiazul. Gracias a nuestra hinchada, que jamás abandona una lucha, el éxtasis fue en 60 y 118, ya que el poder politico cerca estuvo de llevarnos a la fuerza a la fría mole de cemento de 32 y 25 (esa que se utiliza ahora a menudo para desfiles de moda a lo Armani o Chanel) para jugar el cotejo más importante de nuestras vidas. Pensar que hace un tiempo algunos traidores soñaban con pasar una topadora por el escenario del Bosque...Nos preguntamos ahora desde la filial, ¿que dirán aquellos que traicionaron nuestros sentimientos luego de vivir semejante alegría en nuestra casa? Sin rencores, pero que sirva de lección para que las próximas generaciones sepan que jamás hay que renegar de nuestros orígenes, por más que haya otros escenarios más cómodos o con más butacas, nuestra casa fue, es y será el glorioso estadio del Bosque.
El destino dejará marcado a fuego para siempre el 12 de julio en los almanaques triperos, de hecho, qué mejor que el día de la hazaña coincida con el nacimiento de nuestro prócer René Favaloro. Mientras otros tienen como ídolos a tramposos o tipos que sostienen que "al rival hay que pisarle la cabeza", nosotros levantamos la bandera de un tipo de origan humilde, criado en el barrio Mondongo, que se cansó de salvar vidas y murió endeudado por no caer en la telaraña de la corrupción.
Por eso nuestro lema es "mens sana in corpore sano" y ayer vapuleamos a Rafaela sin caer nunca en las malas artes, sin amenazas ni aprietes, son bombas en ningún vestuario, sin piedras contra ningún ómnibus y sin entongar a nadie. Nuestra única arma fue la pasión, esa que se reflejó en las tribunas con un aliento que jamás cesó (ni siquiera cuando a los 29 del segundo tiempo aún íbamos 0 a 0) y en la cancha con jugadores que actuaron como hinchas vestidos de profesionales. Nuestro único desborde fue de aliento y es por eso que que la forma en que se gestó el 3 a 0 nos llena de orgullo y satisfacción, PORQUE LA UNIDA LUCHA QUE SE PIERDE ES LA QUE SE ABANDONA.

FESTEJO COMPARTIDO

Aquí en la filial de Barcelona hermos vivido una jornada que jamás olvidaremos. El bar Pasatapas del barrio Barceloneta fue lo más parecido a la tribuna del Bosque. Y por si eso fueso poco, compartimos el partido con el apoyo incondicional y de hombrìa de bien de nuestros amigos de la filial de Racing. Que lindo es ser amigos de tipos que viven el fútbol como vos, como yo, como cualquier tripero criado en el Mondongo, en la calle Nueva York de Berisso o en el barrio de Cambaceres de Ensenada.
Tras los nervios y la explosión de júbilo con la victoria histórica, nos trasladamos hasta la virgen de Monserrat, a más de 2000 metros de altura, para agradecer por la gigantesca alegría que nos acababa de regalar.
Humildemente, en la filial inflamos el pecho de orgullo porque siempre creímos y así lo manifestamos en nuestra editorial previa al partido, en la que le brindamos un apoyo irrestricto a jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, cuando la historia estaba más que complicada. Pero como la vida nos curtió por algunos cachetazos y sinsabores, nosotros siempre seguimos creyendo y así los expresamos. Por esa razón, ahora gozamos el doble, porque cumplimos nuestro deber sin alejarnos de la idea fuerza gimnasista que dice que "porque al Lobo lo quiero lo vengo a alentar en las buenas y en las malas mucho más".
Por último, queremos compartir con todos los amigos triperos que lean nuestro blog en cualquier parte del mundo, un sentimiento que nos ayudará para ser cada vez más grandes en el futuro: el 12 de julio marcó un antes y un después en la historia de nuestra institución, ahora, debemos sacar el máximo provecho posible para retomar nuestra senda y volver al camino de grandeza persiguiendo nuestros más bonitos sueños.
Del otro lado el océano, pero en un brindis simbólico, alzamos la copa y brindamos con el plantel, el cuerpo técnico y el presidente Walter Gisande y toda su comisión directiva...ARRIBA GIMNASIA!!!!!!!

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