El uruguayo Guillermo Sanguinetti asumió hoy como nuevo entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata en reemplazo de Julio Falcioni y, ahora, espera que el delantero Guillermo Barros Schelotto destrabe su situación con Columbus Crew, de los Estados Unidos, para poder contar con él en el plantel. "Estamos hablando y las negociaciones están muy avanzadas. Hay que esperar que destrabe su situación con el equipo de los Estados Unidos. Ojalá se pueda dar", declaró el flamante técnico en rueda de prensa tras firmar su contrato en la sede del club.
Sanguinetti llegó a Gimnasia de la mano del nuevo presidente Walter Gisande, quien en la campaña electoral prometió que si ganaba, el uruguayo sería el entrenador en el torneo Clausura. El ex lateral del conjunto tripero comentó que desea un equipo que juegue bien al fútbol, que sea ordenado y que se haga fuerte de local.
Gimnasia tuvo un mal año 2007 y el nuevo técnico reconoció que para "pelear", primero debe "levantar" anímicamente a los jugadores. "Vuelvo al club con las mejores expectativas. Quiero que Gimnasia sea el de otros años y que esté en los primeros puestos", señaló el uruguayo.
Sanguinetti estará acompañado por Edgado Adinolfi (ayudante de campo), Pablo Fernández (técnico de la reserva) y Daniel Curbelo (preparador físico). Esta será la primera experiencia de Sanguinetti como entrenador, ya que hasta aquí el ex defensor de Gimnasia y Esgrima La Plata fue ayudante del uruguayo Gregorio Pérez, cuando dirigió a Olimpo, de Bahía Blanca, Argentinos Juniors y Peñarol, de Montevideo.
Como futbolista, Sanguinetti jugó en el Lobo platense de 1991 a 2003, consiguiendo la Copa Centenario, y los subcampeonatos en 1995, 1996, 1998 y 2002.
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